Martes con mi viejo profesor - Mitch Albom


Fuente: http://www.yoleomaeva.com
Albom nació en Passaic, Nueva Jersey. Estudió Sociología en la Universidad Brandeis en Waltham, Massachusetts. Tras intentar cumplir su sueño de ser músico regresó a la universidad para realizar un máster en periodismo en la Universidad de Columbia. Comenzó a trabajar en Nueva York como periodista y se convirtió rápidamente en uno de los periodistas deportivos más populares del país. Actualmente vive con su mujer en Detroit, Míchigan.

Con más de cuarenta millones de ejemplares vendidos en el mundo y traducido a cuarenta y dos idiomas, Mitch Albom es sin duda uno de los autores contemporáneos más influyentes. En 1995, se reencontró con Morrie Schwartz, un antiguo profesor suyo aquejado de una grave enfermedad. De sus conversaciones con Morrie, nació Martes con mi viejo profesor, un libro inolvidable que catapultó a Mitch Albom al estrellato literario.

Sus obras siguientes, Las cinco personas que encontrarás en el cielo y Un día más han confirmado su original talento y su facilidad para acceder al corazón de lectores del mundo entero.

Albom es miembro de numerosas organizaciones benéficas y ha fundado tres instituciones en la zona de Detroit.

EL LIBRO
Martes con mi viejo profesor es un libro que nació de los encuentros de cada martes entre el periodista Mitch Albom y su antiguo profesor de la universidad, Morrie Schwartz, y se ha convertido en un extraordinario best seller en todo el mundo. Se trata de un libro sencillo e intenso a la vez, que nos lleva a reflexionar gracias a las profundas verdades que encierra. Además constituye un extraordinario testamento espiritual y una formidable lección de vida para todos.


Un libro sencillo e intenso que encierra profundas verdades. Conversaciones entre Mitch y su antiguo profesor de la universidad todos los martes. Una historia real para un libro de culto. El libro que ha cambiado la vida a millones de personas.


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Todo comenzó cuando una noche de 1995 Mitch Albom se encontraba haciendo zapping; de repenté escucho un nombre que le dejo petrificado: “Morrie Schwartz”. Era el nombre de su antiguo profesor de la universidad, un profesor al que estuvo muy unido.

Ted Koppel, un popular presentador de la cadena de televisión americana ABC, estaba haciendo una entrevista a Morrie que había enfermado de ELA (esclerosis lateral amiotrófica, o enfermedad de Lou Gehrig), pero que, en lugar de hundirse emocionalmente al saber que le quedaban pocos meses de vida, había decidido desarrollar durante esos meses la última asignatura de su vida. De hecho “La asignatura final de un catedrático: su propia muerte” era el título del artículo que publicó el periódico “Boston Globe”, y que tanto llamó la atención del productor Koppel. 

Mitch fue a visitar a su viejo profesor. Así fue como comenzó a visitarle todos los martes. Durante esas visitas ambos hablaban de diversos temas como la cultura, el mundo, el arrepentimiento, la familia, las emociones, del miedo a la vejez… pero sobre todo hablaban de la vida y la muerte.

A lo largo del libro se puede ver como la enfermedad se va apoderando del cuerpo de Morrie y como él intenta habituarse a cada nueva situación. Como a medida que avanza la enfermedad necesita y agradece más el calor humano, la compañía de amigos/as y familiares, y como éstos responden a esas peticiones silenciosas. Albom y Morrie nos muestran que es en los malos momentos cuando más aflora nuestra humanidad.

"Martes con mi viejo profesor" nos presenta una situación real, dura y muy humana. A medida que se va avanzando en la lectura es inevitable parar unos minutos y pensar. Al menos es lo que me ha ocurrido a mí, había momentos en los que aquello que acababa de leer me hacia sumirme en mis pensamientos, reflexionar sobre lo leído, sobre mí e incluso sobre mi vida.

Un libro que debes leer, y un buen libro para regalar.

"-He elegido un sitio para que me entierren.
-¿Donde es?
-No está lejos de aquí. En una colina, bajo un árbol, con vistas a un estanque. Muy apacible. Un buen lugar para pensar.
-¿Piensas pensar allí?
-Pienso estar muerto allí.
Él se ríe entre dientes. Yo me río entre dientes.
-¿Me visitarás?
-¿Visitarte?
-Simplemente, ven a charlar. Que sea martes. Siempre vienes los martes.
-Somos personas de los martes.
-Eso es. Personas de los martes. ¿Vendrás a charlar, entonces?
Se ha debilitado mucho en poco tiempo.
-Mírame -dice.
-Ya te miro.
-¿Vendrás a mi tumba a contarme tus problemas?
-¿Mis problemas?
-Sí.
-¿Y tú me darás soluciones?
-Te daré lo que pueda ¿Acaso no te lo doy siempre?
[...]
-No será lo mismo, sin poderte oír hablar -le digo.
-Ah, hablar...
Cierra los ojos y sonríe.
-Te diré lo que haremos. Cuando yo esté muerto, tú hablarás. Y yo te escucharé."

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