¿Feliz San Valentín? (II) #Especial San Valentín



Tras casi veinte minutos esperando, Sarah ya comienza a creer que Iván tan sólo quiere burlarse de ella. En el momento en el que comienza a levantarse, para marcharse llena de rabia por haber caído en la broma de su ex, la persona que estaba sentada en la mesa en la que se conocieron se levanta y se acerca a ella.

-Hola, perdona, ¿tú eres Sarah?

-Sí, ¿nos conocemos?

-No. Estoy aquí de parte de Iván, soy un amigo suyo. Me ha pedido que te dé esto –El amigo de Iván le tendía un sobre.

-Ah. Gracias ¿Dónde está Iván?

-Sólo me ha dicho que te dé el sobre y que te diga que es de parte de él. Bueno, mi misión ha concluido. Hasta luego.

Y el amigo de Iván sale de la cafetería dejando a Sarah de pie, con el sobre en la mano y con decenas de preguntas en la cabeza. Decide sentarse y pedir otro café. Cuando el camarero se lo trae abre el segundo sobre que Iván le ha hecho llegar ese día:

Vuelvo a insistir en que no he perdido las buenas costumbres. Tampoco ando mal de memoria ¿te apetece un paseo hasta nuestro banco?
Pues está claro; a Iván le ha dado por los jueguecitos. Ahora debe decidir si va al banco del parque o no. Puede seguirle la corriente y ver qué quiere en realidad o pasar del tema. La decisión no es fácil. No ha vuelto a saber nada de él desde hace mucho, y esto la ha tomado por sorpresa.

Finalmente decide ir a ver qué quiere Iván. Como se esté riendo de ella se va a enterar pero bien. Sale de la cafetería con tanta prisa y tal cabreo que casi se le olvida pagar. Ya de camino al parque en el que solían encontrarse cuando quedaban para verse, las diferentes posibilidades sobre el comportamiento de Iván se le van pasando por la cabeza. Puede ser que quiera volver a verla y que esta sea la manera de decírselo. También cabe la posibilidad de que tan sólo se esté divirtiendo a su costa.

Cuando llega al parque ve en el banco sentado a un chico al que no conoce. Lleva algo en la mano, así que no espera a nada más, se acerca a él y le pregunta si está allí de parte de Iván.

-Sí, hola. Perdona, no te vi llegar. Eres Sarah, ¿no? Toma esto es de parte de él.

-Gracias. Supongo que tú tampoco sabes dónde está, ¿no?

-Bueno, yo me tengo que ir. Hasta luego.

-Vamos, que tú y el otro sabéis dónde está y no me lo queréis decir… -Dice Sarah en voz alta, pero el chico ya se ha ido.

Sarah abre el sobre y al ver su contenido su cara de incredulidad se transforma en sorpresa: Es un billete de avión a París para dentro de dos horas.


 
CONTINUARÁ...

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